lunes, 25 de junio de 2007

Los tacos del "chupas"

He buscado en distintas fechas, relativamente recientes, los famosísimos tacos del "Chupacabras". Puesto semifijo establecido tradicionalmente a la salida del metro Coyoacán y a un costado del la plaza del mismo nombre. Justo en el paradero de los microbuses que se van sobre todo Ermita Iztapalapa hasta la heroica UAM-Iztapalapa. Pero no he tenido tanto éxito. Al parecer algún gobierno re-ubicador, de esos que se empeñan últimamente en ordenar todo, por muy tradicional que sea, los quitó de tal lugar.

En los no tan lejanos años universitarios, acostumbrábamos rifarnos unos chupas antes o después de acudir a la Cineteca Nacional, que está justamente a unas cuantas cuadras. Y es que la neta estaban chidos, bastante chidos. De cecina, de bistec, o de chorizo. Y los famosos "chupas" o "chupacabras" que es algo así como el "taco especialidad de la casa" que llevaba una mezcla de todo, y según el original letrero que pendía a la vista del público "más la receta secreta" o sea, al parecer unas 27 especias, (sic). El letrero también rezaba que había “servicio express todos los días”, tenía la dirección electrónica www.chupa.com.mx y un supuesto rostro de chupacabras que más bien parecía de lobo.

Encontrándose en tal lugar y antes de agarrar el micro pa’ la UAMI o de caminar hacia la Cineteca, era casi obligado refinarte unos "chupas" que además podías acompañar con el conjunto de ensaladas o salsas colocadas en cazuelas pa’l antojo de los comensales: cebollas con nopales, frijoles bayos especitos, chiles manzanos con rodajas de cebolla, algo de habaneros y limón, papas con rajas, guacamole, salsa morita, en fin.

A más de uno se le hacía agua la boca y sin dudarlo, paraba frente al puesto y pedía sus tacos. Hasta las chavas fresas de Coyoacán salían a disfrutar sus "chupas light" (con una tortilla, porque los otros llevan dos), ante la mirada celosa de los puestos vecinos. Momento que remataba con la ironía de uno de los escandalosos pozarricenses que atendía y gritaba: "¡si quiere de res, aquí es, si quiere de potro, allá con el otro!" Y algunas carcajadas se escapaban entre los clientes con los platos en la mano y las mejillas abultadas por el bocado.

Varias veces escuché en la extinta estación alternativa "Radio Activo" la recomendación de la informal taquería. O saludos para el personal de la misma. No fue tan raro, entonces, que una ocasión me haya encontrado degustando unos "chupas" junto al Cha ex locutor de tal estación y hoy bajista de Moderatto y de Fobia, también conocido bajo el mote de Xavi Moderatto.

Los chupas no respetaban clases sociales. Estudiantes universitarios, obreros chamagosos, señoras copetonas y fodongas, trajeados encorbatados, chavas fresas, guapas y buenotas, gordas, flacas, niños y niñas, acudían, como abejas al panal atraídos por el olor y el sabor de los chupacabras.

En los últimos meses acudí como tres ocasiones a buscarlos sin éxito. Una fila de postes metálicos amarillos y una banqueta triste y desolada me encontré en el antiguo lugar que años atrás fuera animado por la bulla y algarabía de las bocas degustadoras.

Hace un par de semanas hice lo mismo, pero, al recordar que ya no estaban, le mandé un mensaje a Manolo para preguntarle dónde estaban ahora "los chupas". Y sencillamente me responidó: a la vuelta de Plaza Coyoacán.

Un rostro de antojo y felicidad se apoderó de mí al descubrir que efectivamente, bajo el puente de Circuito Interior, en el costado contrario a donde antes estaban, aún continuaban exponiéndose al público los "chupas", sí los tacos del "chupacabras". Libres y diáfanos, jugosos y exquisitos, alegres y bullangueros.

Entonces, acompañado de mi pariente Darío, me refiné uno, dos, tres y cuatro. Con papas, guacamole, cebollas, chiles manzanos. Y sí, ahí estaba el legendario letrero rezando: "si quiere de res, aquí es. Si quiere de potro allá con el otro" y sosteniendo aún orgullosamente la receta secreta, y la cabeza del chupacabras que parece lobo también. Y entonces uno de los taqueros, nos informó que los de Poza Rica, son los de la mañana, porque hay tres turnos en el puesto. Pero que además él es de "Zacate Colorado", pequeño pueblo ubicado en la recta antes de llegar a Poza Rica sobre la México-Tuxpan. En fin.

Y el aroma, una vez más me remontó a los recientes años universitarios cuando, antes o después de acudir a la Cineteca, nos refinábamos felizmente unos deliciosos "chupas".

Debo admitirlo, mis ojos se crisparon. Y valiéndome absolutamente un bledo lo cursi del cuadro que pudiera estar protagonizando, alcé la mirada al cielo estrellado de Coyoacán y no di crédito.

Los "chupas" no han muerto, gracias a Dios.

miércoles, 20 de junio de 2007

Acerca del Amor

Amor se llama el juego en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño
J. Sabina.


El amor
esa estúpida felicidad.

Esa irreflexiva sensación de todo.

Ese absurdo sueño efímero
que nos aferramos
a que exista eternamente
sin que exista.

Expresión tan pasional
de antagonismo al odio,
pero a la vez tan singular.

Amar es morirse felizmente en vida:
destruirse de mutuo acuerdo.

Soñar.

Lo bueno de soñar es que inventas otra realidad.

Lo malo de amar es no saber que estás soñando.


Hago votos por un amor moderado y reflexivo.

Que nos haga feliz mientras perdure;
que no destruya,
que al irse lo recordemos alegremente
conscientes de que llegó el final.

Amor que no sea un cáncer.

Lo demás es romántico.

viernes, 15 de junio de 2007

La vida perra

Cuando el mundo entero de mi se cague
y el tiempo agote su reloj de arena
no pronunciaré ni odio ni condena
ni seré un perro de agua te ladre.

Mi vida nunca ha sido tan amena
a edad temprana sepulté a mi madre
nula presencia tuve de mi padre
y aún así, soy de vida muy serena.

Un “vivir intenso” siempre he querido
y logro media intensidad apenas
que me ha arrojado un porvenir fallido.

Exprimo de todo glorias y penas
no cargo nostalgias por lo vivido,
cual perro de agua, ¡moriré de buenas!

Aquí seguimos...

En distintas ocasiones estuve a punto de abrir un blog y por una u otra razón no lo hice. Hoy lo hago porque lo considero más que necesario, como una forma agradecer a todos los lectores que se aventuraron conmigo en cazadeletras, que fueron cómplices de mis textos y de cada momento vivido, pero sobre todo, es una forma de retribuír su interés en los escritos de este Perro de Agua. Además así podremos seguir en contacto y aprovechar el ciberespacio para leernos mutuamente. Señores, ¡a seguir tallereando!

Bienvenidos a este blog perruno, su blog, donde nos seguiremos divirtiendo con las letras, claro, en lo que me repongo del desconcierto de la expulsión.

Total, ya lo he repetido, la vida es emocionante.

Abrazos perros!!!
BIENVENIDOS

P. de A.