viernes, 28 de septiembre de 2007

Del sentimiento involuntario

Duele el dolor por su naturaleza propia.
Duele el mar de tu abandono
duele la hoguera de tu ausencia
duele el recuerdo que se abisma
por tiempo indefinido.

Duele tu voz que no poseo.

Me dueles toda tú
por ser tú la parte mía que más me falta.

Duele este odio que me tengo y tienes.

Duele el silencio
duelen todas las voces del reproche.

Duele,
me duele aquí en el alma
toda esa mano ajena que te toca.

Duele tu solo nombre al pronunciarlo.

Duelen las letras
todas mis letras
en las que estás presente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Sin dolor no te haces feliz"... (Beto Cuevas), no es tan malo.
Definitivamente, el dolor alimenta la pasión y como resultado de esa mezcla, florecen textos deliciosos, siempre con sabor dulce y nunca amargo aunque el dolor esté presente.
Felicidades siempre. Un placer doloroso leerte, pero a fin de cuentas, un rico placer.
Saludos y gracias, siempre gracias por estas letras con dolor y sabor.

DDL